17 de febrero de 2012

De luna llena a cuarto menguante.

Su corazón se aceleró en el momento en el que él respiro lenta y profundamente en su oído, haciendo que su cuerpo se moviese al ritmo de un escalofrió. Su confusión fue temida en cuanto él pronunció las palabras que rompen los esquemas, las que dan un toque de frescura como el que produce una melena corta al aire, sus ojos se fueron llenando acompañando con una mueca de felicidad a su sonrisa. La luna los alumbraba en pleno día mientras se decían con la mirada un ....


Se despertó sudado y melancólico por el mensaje de su subconsciente. Mensaje en forma de pesadilla. Pesadilla en forma de recuerdo. El mejor , aunque ahora el peor. Ahora más que recuerdo es deseo, el que pide al soplar velas. Su casa esta llena de velas. Ahora no juega al dominó, porque ya no es jugador ahora es ficha y como tal, cae. Él ya no sabe si la luna sale o no, porque sufre de anablefobía a la vez que de selenofobia porque si, el teme a la luna , a que vuelva a alumbrar(le) , a que vuelva a susurrar un .... 


Y un te quiero dijo con voz clara y serena, queriendo dar la sensación de infinito, de un para siempre.
Y un te quiero no volvió a repetir, dejando mil lunas por delante y una historia inconclusa.

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