4 de noviembre de 2011

Dí adios a eso que juraste tuyo eternamente.

He oído que te has liberado de la forma que buscabas,que fui la excusa perfecta para ser más que nunca tú mismo. También se rumorea que ni te acuerdas de mi nombre, ni siquiera de mis besos, esos que te quitaban el aliento en cada esquina, ahora te vuelven loco las rotondas. Al parecer, Miguel Hernández se equivocó y nuestro amor no ascendió, se quedo petrificado en forma de estatua en una de nuestras calles de Madrid. Supongo que aun así, la situación esta bien.
En toda película hay escenas de amor, de locura, de pasión, de tristeza, de compasión, de reconciliación y con ello más amor.
El final acaba siendo el mismo en esta película a la que decido llamar vida; la pérdida toma el papel principal dejandonos sin compañero de reparto y sin habituarnos a uno concreto.
Ya es hora de cambiar esto ¿no crees?.
Puede que mi nombre ya no pase por tu mente pero si será portada en cada uno de los libros en los que dejaré parte de ti.En cada capitulo desaparecerás un poco más, en cada índice dejara de haber un lugar  por el que recordarte y en cada hoja huirá tu aroma.
Échame de menos si te atreves, yo me atreví y lo afronté ahora soy dura como el mes de Enero, mi calefacción fueron tus besos y ahora mismo, me conformo con mantas.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. :o muy interesante, sobre todo la frase : Échame de menos si te atreves, me encanto, siempre te leo. Suerte.

    ResponderEliminar

¡ G R A C I A S !