21 de octubre de 2011

La nieve acaba ardiendo.

Yo sabía que tu estación favorita era el invierno, como tu decías iba a la perfección contigo.
Es frío y solitario, pero a la vez popular. Es cierto que tu corazón se congeló un invierno, y que desde entonces sólo conoces esa estación. Cupido lanzó sobre él una flecha de hielo, que tú lograste romper y a la vez reconstruir. Ya lo has logrado, la encontraste. Tu media naranja, tu dos en uno. Ella se llama Invierno.
Se caracteriza por su piel clara y frágil, fría, sus ojos color azabache pero con esa misma chispa que desprende un mechero. Es el faro en medio del mar, la que te guía, alumbra y sujeta aunque las olas rompan sobre ti.
La pareja invernal, su eterno invierno, su eterno amor. Apareció en el lugar oportuno, fue ese copo de nieve, uno de tantos, que te hace darte cuenta que en invierno no todo es igual de frío.

Posdata : Inviernos habrá muchos, pero cada uno de ellos será especial por aquellos copos que aparezcan sin decirnos hasta cuando llegará la próxima estación.


2 comentarios:

¡ G R A C I A S !