El paso de los sueños .

Se había dejado llevar por el ritmo de la darbuka,sus ojos cerrados intensamente, sus caderas se movían de extremo a extremo , le invadían sus recuerdos mientras sus pies y torso contaba la mejor historia de amor de todas.

Recordaba la situación, su velo acariciaba levemente su cara y sus caderas eran invadidas por monedas, sonaban cada vez mas rápido, su corazón se aceleraba y a mayor velocidad mas reciente era el recuerdo. Podía vivirlo, sentirlo, olerlo ...

Se desplazaba de cortina en cortina, cada cual más fina.

Sin saber muy bien porque la darbuka dejo de sonar, ella siguió moviendose sensualmente hasta que abrió los ojos, en ese preciso momento todo desapareció, ese sentimiento intenso se había rebajado a un simple recuerdo de un baile, había pasado a ser su último paso.